Nuestro Fundador Luis Fernando

Nuestro Fundador D. Luis Fernando Figari


En la ciudad de Lima (Perú), el 8 de julio de 1947 nació Luis Fernando Figari. Sus padres fueron Don Alberto Figari Ríos (1902-1990) y Doña Blanca Rosa Rodrigo de Figari (1909-1995). Estudió en la Escuela Inmaculado Corazón y luego en el Colegio Santa María de la ciudad de Lima.

A los 7 años recibió el Sacramento de la Reconciliación, realizó su Primera Comunión, y recibió la Confirmación en una celebración de la Eucaristía realizada por el entonces Monseñor Juan Landázuri Ricketts. En aquella ocasión, siguiendo la costumbre de que al recibir la Confirmación uno se puede añadir un nombre, el pequeño Luis Fernando pidió ser confirmado con el nombre de José por la devoción que tenía al Santo Custodio.

A los 19 años, Luis Fernando a nombre de los universitarios limeños dio la bienvenida a Robert Kennedy en el "Encuentro con los Universitarios".

Al culminar sus estudios de secundaria ingresó a la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde cursó Humanidades y Derecho. Pasó luego a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Más adelante estudió Teología en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.

Ha publicado numerosos artículos y libros, y es uno de los pensadores católicos más significativos de América.

Tras varios ensayos en el campo de la política y en la filosofía, se encontró con la luz de la fe. En su caminar buscando respuestas a las preguntas claves de la existencia encontró que el asunto fundamental en la vida humana era la religión. Su proceso de conversión encuentra un cenit en la fundación del Sodalitium Christianae Vitae, en 1971, momento que él gusta llamar "bautismo de una búsqueda".

A los 24 años se encontró con un desafecto bastante generalizado contra la Doctrina Social de la Iglesia, a la que desde los 16 años consideraba fundamental para una justa renovación social y el respeto a los derechos y dignidad del ser humano. Así, muy pronto se convirtió en abanderado del pensamiento y de la enseñanza social de la Iglesia, lo que le valió la enconada animadversión de instituciones como "Tradición, Familia y Propiedad", cuyos miembros lo calificaban de "comunista disfrazado".

En 1974 funda la Asociación de María Inmaculada (AMI) para mujeres. En 1975, el Sodalitium va encontrando un camino que lo llevará a constituirse en una Sociedad de Vida Apostólica, aprobada por el Papa Juan Pablo II, en 1997.

Tras haber participado por invitación del Papa en la Jornada Mundial de la Juventud de 1984, pronunciando la Catequesis sobre el Amor en la Basílica de San Pablo Extramuros, fundó el Movimiento de Vida Cristiana (MVC) en 1985. En 1994 la Santa Sede aprobó al MVC como Asociación de Derecho Pontificio.

En 1991 fundó la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, para mujeres que descubren el llamado a la vida consagrada laical. En 1995 fundó la Hermandad Nuestra Señora de la Reconciliación, dedicada a una advocación muy ligada a la espiritualidad sodálite. Años después en 1998 fundó otra asociación religiosa para mujeres, las Siervas del Plan de Dios.

La Familia Sodálite está integrada por millares de personas, hombres y mujeres de toda edad, y se extiende por diversos países de América, Europa, Asia, Africa y Oceanía.

L.F. Figari fue invitado a realizar la Segunda Lectura en la Misa Inaugural del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía presidida por S.S. Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro.

En 2002 fue nombrado por el Papa Juan Pablo II Consejero del Pontificio Consejo para los Laicos.

En 2005 fue designado por el Santo Padre Benedicto XVI para participar en el Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, que tuvo lugar del 2 al 23 de octubre de dicho año.

En 2006 fue elegido para pronunciar las palabras conclusivas de agradecimiento al Santo Padre en el Gran Encuentro Mundial de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades con el Papa Benedicto XVI en la Vigilia de Pentecostés. Allí, ante más 250 mil personas congregadas en la Plaza San Pedro, manifestó al Santo Padre en nombre de todos los movimientos el compromiso por anunciar al Señor Jesús en todos los ámbitos y confines del mundo bajo la guía, el aliento y la enseñanza del Sucesor de Pedro.